Posee el título de villa, y el de ser la ciudad más
pequeña de España. Pero Frías, a orillas de río Ebro y rodeada por el
maravilloso paisaje de las Merindades burgalesas, posee una gran riqueza
histórica y monumental
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Castillo de Frías, en Burgos. Foto: Belén Valdehita |
Al norte de la provincia de Burgos, en Castilla y
León, la ciudad de Frías nos espera desde el siglo IX encaramada sobre el cerro
de La Muela. La parte antigua de la villa conserva su trazado medieval,
mientras que la zona más moderna se encuentra a los pies del promontorio, en el
Valle de Tobalina y junto al río Ebro, fundiéndose con las pedanías de la
población, Tobera y Quintanaseca.
Está situada a casi 100 kilómetros de la capital
provincial, la ciudad de Burgos, y cualquier época es buena para conocer Frías,
aunque en verano, Semana Santa y en puentes podemos encontrarnos con una
afluencia exagerada de visitantes.
El patrimonio monumental de Frías
Sin duda alguna, los principales símbolos de Frías
son el Castillo de los Duques de Frías o de los Velasco, que se remonta al
siglo X; la Iglesia de San Vicente Mártir, cuyo pórtico
románico se encuentra actualmente en el Museo de Claustros de Nueva York; el Puente Medieval sobre el río Ebro, que cuenta con nueve
arcos, una torre defensiva y 143 metros de longitud, y las casas
colgadas, que construidas sobre las rocas de La Muela desafían a la gravedad.
Pero nuestro paseo por Frías nos reserva otras
joyas monumentales, como el convento de Santa María de Vadillo, fundado a
principios del siglo XIII; la Casa Cuartel y Palacio de los Salazar; la muralla
y todo el recinto amurallado, con puertas como la del Postigo o la de la
Cadena; la Iglesia de San Vitores, la Judería o la Ermita de Nuestra Señora de
la Hoz, ubicada en el núcleo de Tobera.
Comer y alojarse en Frías
En la ciudad de Frías, considerada como uno de “Los
Pueblos más Bonitos de España”, saben mimar a sus visitantes. No faltan
hoteles, casas rurales, restaurantes y bares, donde podremos degustar productos
tradicionales de la provincia de Burgos y de la Comarca de las Merindades, como
el lechazo, la morcilla de Burgos, los pimientos rojos, la miel o el queso
fresco de Burgos.
La oferta de alojamiento incluye el Hostal El
Mirador de Duque, los Apartamentos Olivo y las casas rurales Convento de
Vadillo, La Solana de Frías, Poza de la Torca 1 y 2, Casa Pili y Casa Angulo.
Por lo que respecta a la restauración, mencionar el
Restaurante Ortiz, que posee unas estupendas vistas del Parque Natural Montes
Obarenes y se especializa en asados y pescados a la plancha; el Restaurante El
Chato, con excelente cocina casera; el Bar La Roca, donde podremos picar
raciones, tapas y cazuelitas; el Restaurante El Castillo, con buenas vistas y
un buen cochinillo y cordero asado; el Mesón Frías, con cocina casera y menú
del día y de fin de semana, y el Restaurante el Mirador del Duque, que también
ofrece menú del día y de fin de semana.
Fiestas y tradiciones de Frías
En el calendario de eventos de Frías destacan dos
festejos. El primero de ellos es la Fiesta del Capitán, declarada de Interés Turístico.
Se celebra el 24 de junio, día de San Juan, o el domingo más cercano a esta
fecha. En ella se conmemora la rebelión de Frías contra el poder feudal y la
liberación de las tropas napoleónicas. Cada año el pueblo elige un "Capitán"
que, acompañado por varios danzantes, va bailando por toda al ciudad con una gran
bandera. Durante su trayectoria tienen lugar varios actos tradicionales, que
finalizan con el baile tradicional de la Jota de San Juan.
La segunda festividad es la Fiesta de la Cruz, que
tiene lugar el 3 de mayo, aunque los preparativos ya empiezan el día anterior.
Los jóvenes de la población (anteriormente los quintos que hacían ese año la
mili) suben al monte de La Cruz con ramas de chopo para hacer arcos. Por la noche
ponen ramos de flores en todas las puertas de la villa y coronas de lilas en
las de sus novias. Ya el día 3, el de La Cruz, tiene lugar una procesión y una
comida campestre. Por la noche, todos los jóvenes de Frías cenan juntos para
después volver a subir al monte a enramar la cruz.
Olvídate del coche en Frías, apárcalo y recorre a
pie esta pequeña e histórica ciudad, repleta de encantadores rincones y
edificios arquitectónicos que nos harán sentirnos como en la Edad Media, pero
con todos los beneficios de la época contemporánea.
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