Una escapada, un fin de semana, un puente… Si dispones de tres días, te proponemos un destino europeo de lo más sugerente: Viena. Esta elegante ciudad austriaca te ofrece grandes monumentos, pintorescas calles, preciosos jardines y otras muchas sorpresas.
Montaje con imágenes de la ciudad de Viena. Foto: Domser |
Indudablemente, Viena necesita más tiempo si se quiere
conocer a fondo, pero un puente de tres días bastará para quedar encantados
con la capital de Austria. Lo antiguo y lo moderno se entremezclan en esta
ecléctica y tranquila villa imperial.
Viena cuenta con más de 100 museos, unas cifras que dan
vértigo para una estancia corta. Pero siempre se puede hacer una pequeña
selección, y dejar el resto para próximos viajes. La
mayoría se encuentran en el Barrio de los Museos, 60.000 metros cuadrados de
instalaciones culturales, restaurantes, cafés y tiendas, todo ello con un aire
muy barroco. Nuestra propuesta museística incluye el Museo de Carruajes
Imperiales, el Museo del Reloj, el Museo de Historia del Arte, el Museo
Albertina, el Museo de Historia Natural, el Museo del Globo Terráqueo o el
Museo de Sisi, la mítica emperatriz.
Otros lugares que no hay que dejar de contemplar o visitar en Viena son la Ópera del Estado, la Catedral de San Esteban, la Iglesia de los Agustinos, la Iglesia de los Capuchinos, la Iglesia de San Pedro, la Kaisergruft (la cripta de los Habsburgo), las excavaciones romanas de la plaza Kohlmarkt, el Graben (un antiguo foso romano), los palacios Oberes Belvedere, Unteres Belvedere y el Palacio Imperial Hofburg o la Majolikahaus, la casa de los medallones. Y tranquilos, la mayoría de estos sitios se encuentran muy cerca unos de otros.
Otros lugares que no hay que dejar de contemplar o visitar en Viena son la Ópera del Estado, la Catedral de San Esteban, la Iglesia de los Agustinos, la Iglesia de los Capuchinos, la Iglesia de San Pedro, la Kaisergruft (la cripta de los Habsburgo), las excavaciones romanas de la plaza Kohlmarkt, el Graben (un antiguo foso romano), los palacios Oberes Belvedere, Unteres Belvedere y el Palacio Imperial Hofburg o la Majolikahaus, la casa de los medallones. Y tranquilos, la mayoría de estos sitios se encuentran muy cerca unos de otros.
Palacio y jardines de Schönbrunn. Foto: David Monniaux |
Si recorrer las calles y barrios de Viena es un auténtico placer,
sus parques nos impactarán por su belleza. La mayoría de ellos son de estilo
barroco, y están extremadamente cuidados. Entre otros, mencionar el parque del
Palacio Schönbrunn, el Augarten, el Schlosspark Belvedere, el Jardín
Alpengarten o el Jardín Botánico.
Experiencias inolvidables en Viena
Es imposible visitar Viena y no dejarse atrapar
por sus encantos. Uno de ellos es la música, muy presente en toda la ciudad. No
es de extrañar, ya que aquí nacieron grandes compositores, como Strauss,
Beethoven o Mozart. Pasar una tranquila tarde en la Ópera del Estado es toda
una experiencia.
Palacio Imperial Hofburg. Foto: Georges Jansoone |
La gastronomía vienesa es muy variada, y posee una gran influencia de los países vecinos, como Hungría,
Alemania,
República Checa o Italia. Imperdonable sería estar en Viena y no disfrutar de
un excelente café vienés acompañado por un pedazo de tarta Sácher. La mejor
forma de descubrir la cocina local es comiendo en un heuriger. Se trata de un restaurante tradicional donde nos servirán
los platos típicos amenizados por música en directo. Hay muchos locales de este
tipo a las afueras de la ciudad, pero también encontraremos algunos en la zona
centro. Otra posibilidad son los beisl,
establecimientos más sencillos pero que también ofrecen especialidades
locales.
Centro Internacional de Viena y río Danubio. Foto: Omnidoom 999 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario