Hervás, en Cáceres, es uno de esos destinos rurales que lo tiene todo para disfrutar del mejor viaje: una fantástica naturaleza, un increíble patrimonio monumental e histórico, una deliciosa gastronomía y unas bonitas tradiciones que se pueden conocer a través de sus fiestas y que se hacen palpables es los objetos artesanales que se pueden adquirir en esta bella zona.
Esta villa medieval cacereña se sitúa en el valle de Ambroz,
justo a los pies de la Sierra de Béjar, y pese a contar en la actualidad con
una población que supera los 4.000 habitantes ha sabido mantener el encanto de
antaño de pueblo serrano. Sin duda se trata de un destino perfecto para
desconectar y relajarse.
No hay que olvidar que Hervás es punto obligado de parada de
los peregrinos, en la Vía de Plata, en su camino a Santiago de Compostela.
El patrimonio de Hervás
Lo primero que llama la atención en Hervás es su preciosa
judería, excelentemente conservada y considerada una de las más importantes de
Europa. Su original entramado de calles empedradas resulta casi mágico,
perfecto para perderse entre sus rincones y donde descubrir sus casas
balconadas con grandes voladizos. Aunque la sinagoga ya desapareció hace muchos
años, sí que todavía se pueden visitar la casa de la Cofradía, que alberga un
lagar y una almazara, o el hospital de Beneficencia, que fue administrado por
judíos conversos. El barrio judío de Hervás fue declarado Conjunto Histórico
Artístico en el año 1969, y además pertenece a la Red de Juderías de España.
Otros edificios que merecen ser visitados en Hervás son la iglesia de Santa María (siglo XIV), el Convento de los Trinitarios (siglo XVII), el palacio de los Dávila (de estilo barroco dieciochesco) o el Ayuntamiento (siglo XVI).
Otros edificios que merecen ser visitados en Hervás son la iglesia de Santa María (siglo XIV), el Convento de los Trinitarios (siglo XVII), el palacio de los Dávila (de estilo barroco dieciochesco) o el Ayuntamiento (siglo XVI).
Arquitectura tradicional de Hervás. Foto: Benjamín Núñez González |
Otro importante patrimonio de Hervás es el natural, ya que en su
entorno se halla la sierra de Béjar y, muy próximo, el valle del Jerte, por lo
que el municipio es un perfecto punto de partida para realizar un buen número
de interesantes rutas y excursiones, como los recorridos por el Monte Castañar
Gallego, el paraje de San Andrés, el parque-Jardín histórico o el túnel de
castaños de indias y la pradera de chopos y fresnos, entre otros.
Comer y alojarse en Hervás
La gastronomía de Hervás no sólo está marcada por el toque
serrano de pastores y ganaderos, también por la influencia de las diferentes
culturas que habitaron la villa, como los sefardíes.
La zona cuenta con magníficos ingredientes autóctonos en su
cocina, como el cerdo ibérico, la ternera, el cordero, el aceite, el pimentón,
el vino, los quesos y tortas, la cereza o la miel. Con ellos se elaboran platos
tan tradicionales como la caldereta extremeña, la chanfaina, las migas
extremeñas, las patatas en escabeche o los suculentos dulces artesanales de los
conventos, como los pestiños, las perrunillas o los mantecados.
Por su parte, la
oferta hotelera de Hervás incluye hoteles de cuatro estrellas como la Hospedería Valle del Ambroz, o de tres estrellas,
como la Sinagoga Hotel Spa o el Jardín del Convento, un edificio del siglo XIX situado
en el casco histórico de Hervás.
La oferta de alojamientos rurales está cubierta con
establecimientos como El Canchal de la Gallina, los apartamentos La Iguana, el apartamento Rural La Judería, o la casa rural Beit Shalom.
Cosas que hacer en Hervás
Además de descubrir y disfrutar de su oferta patrimonial,
Hervás posee un animado calendario cultural y festivo, en el que destacan la
fiesta de San Antón (17 de enero), la festividad de Los Conversos (julio), que
son unas jornadas que recrean la historia del Barrio Judío, o la popular feria
de Hervás (agosto).
Los adictos a la compras encontrarán en Hervás un valor
añadido, ya que podrán adquirir preciosos muebles artesanales de madera de
castaño o de cerezo, cestería elaborada con castaño y muchos más productos artesanales
de la zona, como los realizados en piel y cuero, con forja, de vidrio o de corcho.
Una última curiosidad: los aficionados al mundo del motor
encontrarán en Hervás el entretenido Museo de la Moto y del Coche Clásico, que
está situado en la carretera de la Garganta.
Embalse de Hervás. Foto: Discasto |
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