Queda poco más de un mes para que comiencen las deseadas
vacaciones de Semana Santa. ¿Todavía nos ha elegido destino? En este artículo
te hacemos cinco propuestas muy diferentes para viajar en Semana
Santa y que aproveches los cuatro, cinco o siete días que te hayan
dejado disfrutar este año.
Hay que sacar el máximo partido a estas pequeñas vacaciones,
por eso te sugerimos cinco destinos cercanos y con el buen tiempo prácticamente
asegurado: Tánger, en Marruecos; Cerdeña, en Italia; Hammamet, en Túnez; Praga,
en la República Checa y Estambul, en Turquía. ¡Buen viaje!
Tánger (Marruecos)
La fascinación que la ciudad de Tánger ha ejercido siempre sobre
todo tipo de viajeros es innegable. Pintores cono Matisse o Delacroix la
inmortalizaron en sus cuadros; de ella hablaron escritores de la talla de
Truman Capote o Tennesse Williams, e incluso el gran músico Igor Stravinski se
dejo hechizar por su leyenda.
En Tánger hay que recorrer sus callejuelas descubriendo sus
zocos y mezquitas, la medina, el palacio de Dar El Makhzen, la Plaza de la
Alcazaba o el Barrio Marshan, además de visitar sus museos, como el de las
Artes de Marruecos, el Etnográfico o el de las Antigüedades.
Tánger, Marruecos. |
Por supuesto, no hay que dejar de ir a sus playas, salir de
compras, tomar Te Moruno, degustar su exótica gastronomía o conocer su animada
vida nocturna.
Cerdeña (Italia)
A quien no le apetece viajar a una isla mediterránea en la
que brilla el sol y que se encuentra rodeada de playas. Eso y mucho más es lo
que ofrece Cerdeña, todo un símbolo de la cultura italiana. Desde su capital,
Cagliari, pasando por la histórica ciudad de Alghero, y siguiendo por los
pequeños pueblos dispersos por la isla, todo en Cerdeña resulta de lo más
atractivo y sugerente.
En Cerdeña podrás descubrir parajes y lugares tan increíbles
como el Valle de la Luna, las salinas de Cagliari, el bosque petrificado de Martis
o las fantásticas playas de la Costa Esmeralda. Nos sorprenderán los curiosos
nuraghe, las numerosas iglesias románicas, algunas de origen catalán, o los
castillos de inspiración aragonesa, como el de Castelsardo.
Cerdeña, Italia. |
Su excelente clima y su exquisita gastronomía, considerada
de las mejores de Italia, son otros de los muchos alicientes que Cerdeña depara
a sus visitantes.
Hammamet (Túnez)
Conocido como el Saint Tropez de Túnez, Hammamet es una
sucesión de mañanas soleadas en la playa, tardes descubriendo su increíble
casco antiguo y animadas noches en espectaculares discotecas. Los alrededores
de Hammamet, en la península de Cap Bon están integrados por verdes colinas y numerosos
limoneros y jazmines que inundan esta ciudad balneario con su fascinante aroma.
En las blanquísimas callejuelas del casco histórico, dentro
de los antiguos muros, encontraremos muchas adorables teterías y una sucesión
de tiendas de souvenirs y de artesanía. En la zona de extramuros se encuentran
las avenidas más modernas, donde visitar
elegantes tiendas, exquisitos restaurantes y divertidas discotecas.
Hammamet, Túnez. |
Imprescindible es recorrer los mercados y la medina, y
adquirir alguno de los objetos de la
tradicional cerámica local. Desde Hammamet se pueden emprender excursiones a varias ciudades milenarias, como
Sidi bou Said o Cartago, a preciosos pueblos y a sus históricos e
impresionantes vestigios.
Praga (República
Checa)
Cómo negarse a descubrir Praga en primavera. Esta bella
ciudad lo es todavía más en esta época. Pero, además, Praga es destino obligado
por su increíble casco histórico, considerado patrimonio de la Humanidad; por
ser la ciudad de las Cien Torres y la Ciudad Dorada o por el atractivo ambiente
medieval que envuelve a toda la esta villa checa.
Entre las visitas imprescindibles están el Ayuntamiento de
la Ciudad Vieja, que acoge el famoso Reloj Astronómico de Praga; el Puente de
Carlos, de estilo gótico; la preciosa iglesia barroca de San Nicolás, en el
barrio de Malá Strana; las callejuelas del Barrio Judío; el Castillo de Praga,
los jardines del Castillo o la catedral de San Vito, que tardó en construirse
siete siglos.
Praga, República Checa. |
En Praga no hay que dejar de conocer sus coquetos cafés, en
los que sentarse y vivir la ciudad desde sus terrazas; entrar en sus
prometedoras tiendas de moda o realizar un crucero por el río Moldava.
Estambul (Turquía)
Asentada en dos continentes, Europa y Asia, Estambul ofrece
al viajero lo mejor de ambos mundos. La antigua Constantinopla es una sucesión
de mezquitas, bazares y baños turcos, pero también es un paraíso de las
compras, sobre todo para adquirir alfombras orientales, y un remanso natural
gracias a parajes naturales como el Cuerno de Oro y el Bósforo.
En Estambul hay que visitar la espectacular iglesia de Santa
Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio Topkapi, el Palacio de Dolmabahçe, la
Mezquita de Fatih, la iglesia de Santa Irene, la Torre de Gálata o la Mezquita
de Arap, entre otras muchas propuestas. Igualmente, resulta muy recomendable
realizar un crucero por el Bósforo en barco y perderse por el Gran Bazar, con
su miles de tiendas de miles de tiendas, o por el Bazar Egipcio, un paraíso de especias
y frutas.
Estambul, Turquía. |
No es apta para los que odian las multitudes, ya que
Estambul cuenta con más de 15 millones de habitantes. Pero es difícil
abstraerse de esta ciudad llena de contrastes, de la que dicen que es demasiado
oriental para ser europea y excesivamente occidental para ser considerada asiática.
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