viernes, 12 de febrero de 2016

El Camín Encantáu, en el concejo de Llanes, Asturias




El precioso Valle de Ardisana, en el concejo de Llanes, Asturias, alberga una peculiar y bonita ruta. Se trata del Camín Encantáu, un bello recorrido por la naturaleza asturiana de la mano de xanas, trasgus, cuélebres y otros personajes de la mitología del Principado


El Diablo Burlón, en el Camín Encantáu. Foto: Belén Valdehita

El Camín Encantáu fue creado por la Asociación La Ablanosa, en colaboración con el Ayuntamiento del municipio de Llanes, y se trata de una ruta circular de alrededor de 10 kilómetros. Tiene su inicio y final en la localidad de La Venta, y se adentra en el verde Valle de Ardisana atravesando cinco encantadoras aldeas asturianas: Comezán, La Maletería, Palaciu, Ardisana y Ricaliente.


El Camín Encantáu


Esta mágica ruta comienza junto al río San Miguel, en la localidad de La Venta. Tras cruzar la carretera local LL-14 enseguida nos encontramos con una cuesta, la más pronunciada del trayecto. Comienza un recorrido que nos adentra en los bosques y praderas asturianos, a través de caminos, senderos y pistas forestales. 

El Valle de Ardisana, en Asturias. Foto: Belén Valdehita


A nuestro paso irán surgiendo diversos seres mitológicos de Asturias: el famoso Cuélebre, que protege a las princesas y a sus tesoros; el Busgosu, que es el guardián de los bosques asturianos; el mítico “El Hombre del Saco”, un conocido personaje de los cuentos infantiles; el “Diablo Burlón”, un ser que puede transformarse en diferentes criaturas, o las Xanas, las brujas asturianas. Lógicamente, no hablamos de apariciones fantasmales. Son representaciones realizadas en madera pintada.

El Segador, en el Camín Encantáu. Foto: Belén Valdehita


El Camín Encantáu está señalizado a lo largo de todo su trayecto. Pero, ¡ojo! Las señales distan bastante unas de otras, y en algunos casos se encuentran un tanto escondidas, ya que la vegetación es realmente exultante. La duración del trayecto es de aproximadamente tres horas, dependiendo de la marcha que lleves. 

El Bugosu, en el Camín Encantáu. Foto: Belén Valdehita


A pesar de ser un trayecto de 10 kilómetros, el Camín Encantáu no resulta excesivamente duro. Tampoco pensemos que se trata de un paseo por el campo. A decir verdad, se te hace más corto porque es realmente entretenido. No sólo por ir buscando las distintas esculturas que hay en la ruta, también por la impresionante belleza del Valle de Ardisana. Te encontrarás mirando a todos lados, fascinado por tanta riqueza natural. 

Las aldeas del Camín Encantáu
  
En nuestro caminar por el Camín Encantáu atravesaremos cinco típicas aldeas asturianas, tranquilas y repletas de encanto. Se trata de Comezán, La Maletería, Palaciu, Ardisana y Ricaliente. Se van pasando en ese orden, y en ellas descubriremos muchos de los elementos tradicionales de Asturias, como hórreos, paneras, cruces y otros elementos etnográficos. El principal conjunto arquitectónico se halla en Recaliente, donde hay varios magníficos hórreos. 

Cruz en el Camín Encantáu, en Llanes. Foto: Belén Valdehita

En las aldeas del Camín Encantáu también se encuentran algunas de las representaciones mitológicas. En Comezán veremos al Sumiciu, un travieso ladrón asturiano; en Maletería nos asaltará El Hombre del Saco”; en Ardisana se halla el Cuélebre, y en Recaliente nos espera “La Castañera”. Puede suceder, en alguna ocasión, que falta alguna estatua, pero es porque se encuentran haciéndole el mantenimiento.

Señalización del Camín Encantáu. Foto: Belén Valdehita

Ricaliente es la última etapa de la ruta del Camín Encantáu. Desde allí se baja a la carretera local LL-14, por la que andaremos dos kilómetros hasta regresar a La Venta. Es una carretera muy tranquila, con poca circulación, pero aún así deberemos circular por la izquierda, atentos a los vehículos con los que nos crucemos.

Consejos para hacer El Camín Encantáu


En el largo trayecto del Camín Encantáu pasaremos por zonas llanas, boscosas o con desnivel. Ello precisa que llevemos un calzado adecuado, cómodo, pero que sujete bien el pie. Lo ideal es calzado para practicar senderismo.

El Cuélebre, en el Camín Encantáu. Foto: Belén Valdehita


No hay que olvidar que estamos en Asturias, y que aunque sea verano nos puede sorprender un chaparrón. Por ello, tras informarse de la previsión meteorológica, será conveniente que llevemos ropa para lluvia, y de abrigo si la realizamos en otoño o invierno. En época de lluvia la mayoría de los caminos suelen estar embarrados.

El Camín Encantáu pueden realizarlo los niños, siempre y cuando no sea en cochecitos o carritos. Conviene estar muy atentos a las indicaciones para no perdernos, que son placas blancas sobre postes de madera. 

Hórreos en Ricaliente, en el Valle de Ardisana. Foto: Belén Valdehita


La ruta del Camín Encantáu se realiza a pie. Si pensamos ir en coche desde la carretera de aldea en aldea encontraremos problemas para aparcar, además de perdernos todos los detalles que se aprecian andando. Y, por supuesto, no olvides llevar botellitas de agua, porque te harán falta.

Si visitas Llanes, en Asturias, no te contentes sólo con disfrutar de las playas y de las propuestas de la costa. En el interior del concejo descubrirás lugares tan excepcionales como el Camín Encantáu, una maravillosa ruta llena de sorpresas por la verde inmensidad del Valle de Ardisana.


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