Este otoño descubre la belleza del Parque Natural Arribes del Duero, en la frontera con Portugal. Todo un espectáculo natural entre las provincias castellano leonesas de Zamora y Salamanca.
Arribes del Duero a la altura de Fermoselles, en Zamora. Foto: Antramir
Sus abundantes zonas de microclima han propiciado una increíble flora y una gran variedad de fauna, convirtiendo este singular parque en un destino inolvidable con infinidad de posibilidades. Sea cual sea la escapada que realicemos, siempre es recomendable iniciar el viaje visitando el Centro de Interpretación del Parque, ubicado en el castillo de Sobradillo (Salamanca).
Las mejores épocas para visitar el Parque Natural de los Arribes del Duero son la primavera y el otoño.
Escapada de ecoturismo a los Arribes del Duero
Para los amantes del turismo más cercano a la naturaleza, la mejor opción es buscar alojamiento en la localidad zamorana de Fermoselle, ya que es el punto de partida ideal para explorar el Parque Natural Arribes del Duero y para recorrer los pintorescos pueblos de la zona.
Las Arribes del Duero vistas desde Aldeadávila de la Ribera (Salamanca). Foto: CGRM |
Desde aquí resulta fácil acceder a varios de los numerosos y espectaculares miradores que abundan en el parque de los Arribes del Duero y realizar fascinantes rutas de senderismo. Una buena opción es realizar un crucero fluvial con visión panorámica, desde el que contemplar los impresionantes acantilados tallados por el río Duero.
El otoño nos deleitará con la inmensa variedad de tonalidades que adquiere la flora del lugar, formada especialmente por jaras, enebros, alcornoques y madroños, y nos obsequiará además con la visión del espectacular búho real, la cigüeña negra, el buitre leonado o el alimoche.
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