Playa de Galé, en Albufeira. Foto: Belén Valdehita |
El Algarve, al sur de Portugal, tiene, al menos para “Viajes
par toda una Vida”, una gran parte que puede pasarse por alto. Como ha sucedido
en la costa de España, en el Algarve se ha dado un exceso de urbanismo en
algunas zonas, aunque por suerte no ha sido a lo alto, más bien a lo largo. Es
decir, no hay un enjambre de rascacielos pegados a la costa. Más bien se trata
de una sucesión de ciudades y freguesias (municipios) con una desmesurada
oferta turística. En algunas poblaciones, uno tiene la sensación de haber
retrocedido a la década de los 70 del siglo pasado, especialmente por la
abundancia de rótulos de neón.