Los cinco magníficos islotes que componen las Islas Baleares tienen
algo en común: sus aguas cristalinas y un buen número de lugares increíbles
donde poder perderte.
De la Islas Baleares, Mallorca ofrece también la posibilidad de
disfrutar de su gastronomía, de sus monumentos y plazas, de las calas de arena
blanca y de su gente. Alquilando una casa en Mallorca podremos vivir todo ello y además relajarnos en un
impresionante alojamiento, bello tanto por dentro como por fuera.
Realmente asombroso es la gran cantidad de calas que rodean toda la isla. Cada una representa un lugar
recóndito de Mallorca, y acceder a muchas de ellas es toda una aventura. Es
todo un lujo amanecer en alguna de las casas vacacionales en Mallorca, poder respirar el aire del mar y preparar una
excursión a alguna de estas increíbles calas. Es, sin duda, una sensación indescriptible.
Playas y
calas más destacadas de Mallorca
La playa más larga que se encuentra en Mallorca recibe el nombre de Es Trenc, y está ubicada en la Ensenada
de Sa Rapita, al sur de la isla. Posee una longitud de cuatro kilómetros, en
los que la arena blanca, las aves y la naturaleza confluyen para otorgarla el
aire de una playa virgen. No en vano está protegida por la Ley de Espacios
Naturales de la Comunidad Autónoma de les Illes Balears y considerada Área Natural de Especial Interés.
Por su parte, Sa Calobra es una de las calas más recónditas de la isla. La cala se encuentra en la desembocadura del Torrente Pareis, y representa uno de los pocos accesos al mar que pueden encontrarse en la bella Sierra de Tramontana.
Sa Calobra está compuesta por arena y cantos rodados, y está rodeada por el Morro de sa Vaca y el Morro de ses Fel·les, bajo el pico de Puig Major (1.445 metros de altitud), la cima más alta de las Islas Baleares. Este idílico lugar ha sido inspiración de muchos artistas, y constituye un perfecto auditorio natural donde cada verano se celebra un original concierto al aire libre.
Para acceder a Sa Calobra hay que recorrer una espectacular carretera de 14 kilómetros de curvas con un desnivel de 900 metros, que ofrece espectaculares vistas durante el trayecto y un sorprendente e inolvidable final de recorrido.
Otro lugar especial de Mallorca es la Cala del Moro, en mallorquín Caló des Moro, un rincón al que solamente se puede acceder andando. Se halla a seis kilómetros de la localidad de Santayí, entre dos acantilados cubiertos de pinos, matas de retama y lentisco y prominentes rocas. Es conveniente visitarla a primera hora de la mañana, ya que durante el día el flujo de turistas es continuo; todos buscan la belleza de sus aguas cristalinas y su fina arena blanca. Es un entorno perfecto para practicar el buceo y para que puedan fondear pequeñas embarcaciones.
Existen otros muchos rincones mágicos y escondidos en Mallorca, aunque no hay que dejar de visitar otros lugares más populares, accesibles y habituales como la Catedral, las Cuevas del Drach o La Cartuja de Valldemosa, además de disfrutar de su deliciosa gastronomía, en la que se incluyen fantásticos dulces, como las conocidas ensaimadas, rellenas de cabello de ángel, de chocolate, albaricoque o mazapán, entre otras posibilidades.
Mallorca es un espléndido destino vacacional con infinidad de grandes atractivos naturales, patrimoniales, etnográficos o tradicionales, y todo el que visita a la isla, ¡repite!
Por su parte, Sa Calobra es una de las calas más recónditas de la isla. La cala se encuentra en la desembocadura del Torrente Pareis, y representa uno de los pocos accesos al mar que pueden encontrarse en la bella Sierra de Tramontana.
Sa Calobra está compuesta por arena y cantos rodados, y está rodeada por el Morro de sa Vaca y el Morro de ses Fel·les, bajo el pico de Puig Major (1.445 metros de altitud), la cima más alta de las Islas Baleares. Este idílico lugar ha sido inspiración de muchos artistas, y constituye un perfecto auditorio natural donde cada verano se celebra un original concierto al aire libre.
Para acceder a Sa Calobra hay que recorrer una espectacular carretera de 14 kilómetros de curvas con un desnivel de 900 metros, que ofrece espectaculares vistas durante el trayecto y un sorprendente e inolvidable final de recorrido.
Otro lugar especial de Mallorca es la Cala del Moro, en mallorquín Caló des Moro, un rincón al que solamente se puede acceder andando. Se halla a seis kilómetros de la localidad de Santayí, entre dos acantilados cubiertos de pinos, matas de retama y lentisco y prominentes rocas. Es conveniente visitarla a primera hora de la mañana, ya que durante el día el flujo de turistas es continuo; todos buscan la belleza de sus aguas cristalinas y su fina arena blanca. Es un entorno perfecto para practicar el buceo y para que puedan fondear pequeñas embarcaciones.
Existen otros muchos rincones mágicos y escondidos en Mallorca, aunque no hay que dejar de visitar otros lugares más populares, accesibles y habituales como la Catedral, las Cuevas del Drach o La Cartuja de Valldemosa, además de disfrutar de su deliciosa gastronomía, en la que se incluyen fantásticos dulces, como las conocidas ensaimadas, rellenas de cabello de ángel, de chocolate, albaricoque o mazapán, entre otras posibilidades.
Mallorca es un espléndido destino vacacional con infinidad de grandes atractivos naturales, patrimoniales, etnográficos o tradicionales, y todo el que visita a la isla, ¡repite!