Mojácar (Almería). Autor de la foto: David Perez |
Mojácar es uno de esos pueblos andaluces que, a pesar de la
especulación inmobiliaria y el turismo desorbitado, ha conseguido mantener su
encanto tradicional. Emplazado en la Comarca del Levante almeriense, y a sólo
90 kilómetros de la capital de la provincia, la localidad está cuajada de
encantadoras casas blancas con los balcones rebosantes de geranios y jazmines que
se descuelgan por una colina de la Sierra de Cabrera, con el cielo azul de
fondo, hasta casi llegar a la costa.
Mojácar está formado por el municipio propiamente dicho y
una zona eminentemente turística denominada Mojácar Playa. En sus inmediaciones
se encuentran otras atractivas localidades almerienses, como Garrucha o Vera, y
el término municipal de Mojácar posee excelentes playas, como El Cantal, el Castillo
de Macenas, la Cueva del Lobo, El Descargador, El Sombrerico, La Rumina, Las
Granatillas y Marina de la Torre.
Entre los principales encantos de Mojácar está su privilegiado clima mediterráneo, que confiere a esta localidad más de 3.000 horas anuales de sol y unas agradables temperaturas, tanto ambientales como del agua del mar. La temperatura media anual es 20 grados centígrados, siendo los veranos muy suaves, con una temperatura media de 25 grados centígrados.
Por otro lado, se puede decir que en Mojácar no existe el invierno, siendo los meses de noviembre a marzo más parecidos a una prolongada primavera. En esta época la temperatura del agua suele ser más alta que la de aire, por ello los baños en el mar están prácticamente asegurados durante todo el año.
El patrimonio de
Mojácar
Además de los planes de sol y playa, Mojácar ofrece otras
muchas posibilidades, como la de visitar reposadamente sus calles y plazas descubriendo
el interesante patrimonio de la localidad.
De esta forma, enseguida tropezaremos con la Torre de
Macenas (del siglo XVIII), que está considerara Bien de Interés Cultural, o la
Iglesia de Santa María (siglo XVI), junto a la cual se
encuentra la estatua de piedra de la Mojaquera.
Una escalera de piedra nos hasta lleva a la Plaza del
Parterre, la misma que siglos atrás fuera una antigua necrópolis árabe.
Avanzando por ella se llega hasta el Ayuntamiento, con árbol centenario, y más
adelante encontramos la que fuera la puerta de la
villa, la puerta de la Almedina, de 1574, y la Casa del Torreón (diseño
del siglo XVIII).
Otros monumentos que merecen ser visitados en un recorrido
por Mojácar son la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores (de estilo neoclásico
del siglo XVIII), la Fuente Mora o el Barrio Arrabal, uno de los más antiguos
de la Mojácar histórica.
Comer y alojarse en
Mojácar
Basa en la cocina almeriense, la gastronomía de Mojácar se
basa en los productos mediterráneos, como el pescado, los mariscos, las verduras
o el aceite de oliva, entre otros.
Entre los platos más típicos de la localidad se encuentran el
pollo a la mojaquera, las migas cortijeras, el salpicón de marisco o la crema mojaquera,
un delicioso dulce de almendra, leche y huevos.
En cuanto al alojamiento, Mojácar dispone de hoteles de
cuatro estrellas como el Servigroup Marina Playa, el Parador Nacional de
Mojácar, el Best Oasis Tropical o el Best Mojácar.
En la categoría de tres estrellas se hallan hoteles como el
Continental, el Mojácar Playa, el Puntazo, el Punta del Cantal Hotel Suites o
el Best Indalo. Más económica, las categorías de hoteles de dos y una estrellas
incluyen alojamientos como el Virgen del Mar, el Mamabels, el Centro Vacacional
Macenas, el Albirico o el Hostal el Puntazo.
Todo lo que Mojácar
ofrece
Todo aquel que visite Mojácar quedará encantado con su
excelente clima, su patrimonio y sus variadas posibilidades tanto gastronómicas
como de alojamiento. Pero, además, Mojácar es también un paraíso para los
amantes de la naturaleza, que cuentan con maravillosos parajes naturales, como
el del Valle de las Pirámides, la Sierra Cabrera o Bédar.
La increíble oferta de playas es, sin duda, otro de los
principales atractivos de Mojácar, que posee una línea costera, denominada
Mojácar Playa, con 16 kilómetros de longitud. En ellos se puede escoger entre
una variada oferta de playas, recónditas calas y solitarios acantilados.
Para los más marchosos, tanto en verano como en otras épocas
vacacionales del año, las noches de Mojácar se animan, y mucho, en las discotecas
al aire libre de la playa o en los pubs del núcleo urbano.
Los amantes de las compras hallarán un filón en la artesanía
mojaquera. Los domingos por la mañana se celebra en la Avenida de Andalucía un encantador
rastrillo donde se exponen y venden todo tipo de objetos realizados por los
artesanos de la zona: productos de esparto, jarapas o cerámicas. Resulta casi imprescindible
comprar un Indalo o “muñeco mojaquero”, el símbolo de esta zona, realizado en
recuerdo de San Indalecio, precursor de la religión católica en el sudeste
peninsular.
Calles de Mojácar, en Almería. Autor de la foto: Digigalos |
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