miércoles, 7 de noviembre de 2012

Escapar a Mojácar, o cómo vivir el verano todo el año


Mojácar (Almería). Autor de la foto: David Perez

Mojácar es uno de esos pueblos andaluces que, a pesar de la especulación inmobiliaria y el turismo desorbitado, ha conseguido mantener su encanto tradicional. Emplazado en la Comarca del Levante almeriense, y a sólo 90 kilómetros de la capital de la provincia, la localidad está cuajada de encantadoras casas blancas con los balcones rebosantes de geranios y jazmines que se descuelgan por una colina de la Sierra de Cabrera, con el cielo azul de fondo, hasta casi llegar a la costa.

Mojácar está formado por el municipio propiamente dicho y una zona eminentemente turística denominada Mojácar Playa. En sus inmediaciones se encuentran otras atractivas localidades almerienses, como Garrucha o Vera, y el término municipal de Mojácar posee excelentes playas, como El Cantal, el Castillo de Macenas, la Cueva del Lobo, El Descargador, El Sombrerico, La Rumina, Las Granatillas y Marina de la Torre. 

Al sol de Mojácar

Entre los principales encantos de Mojácar está su privilegiado clima mediterráneo, que confiere a esta localidad más de 3.000 horas anuales de sol y unas agradables temperaturas, tanto ambientales como del agua del mar. La temperatura media anual es 20 grados centígrados, siendo los veranos muy suaves, con una temperatura media de 25 grados centígrados.

Por otro lado, se puede decir que en Mojácar no existe el invierno, siendo los meses de noviembre a marzo más parecidos a una prolongada primavera. En esta época la temperatura del agua suele ser más alta que la de aire, por ello los baños en el mar están prácticamente asegurados durante todo el año.

El patrimonio de Mojácar

Además de los planes de sol y playa, Mojácar ofrece otras muchas posibilidades, como la de visitar reposadamente sus calles y plazas descubriendo el interesante patrimonio de la localidad.

De esta forma, enseguida tropezaremos con la Torre de Macenas (del siglo XVIII), que está considerara Bien de Interés Cultural, o la Iglesia de Santa María (siglo XVI), junto a la cual se encuentra la estatua de piedra de la Mojaquera.

Una escalera de piedra nos hasta lleva a la Plaza del Parterre, la misma que siglos atrás fuera una antigua necrópolis árabe. Avanzando por ella se llega hasta el Ayuntamiento, con árbol centenario, y más adelante encontramos la que fuera la puerta de la villa, la puerta de la Almedina, de 1574, y la Casa del Torreón (diseño del siglo XVIII).

Otros monumentos que merecen ser visitados en un recorrido por Mojácar son la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores (de estilo neoclásico del siglo XVIII), la Fuente Mora o el Barrio Arrabal, uno de los más antiguos de la Mojácar histórica.


Comer y alojarse en Mojácar

Basa en la cocina almeriense, la gastronomía de Mojácar se basa en los productos mediterráneos, como el pescado, los mariscos, las verduras o el aceite de oliva, entre otros.

Entre los platos más típicos de la localidad se encuentran el pollo a la mojaquera, las migas cortijeras,  el salpicón de marisco o la crema mojaquera, un delicioso dulce de almendra, leche y huevos.

En cuanto al alojamiento, Mojácar dispone de hoteles de cuatro estrellas como el Servigroup Marina Playa, el Parador Nacional de Mojácar, el Best Oasis Tropical o el Best Mojácar.

En la categoría de tres estrellas se hallan hoteles como el Continental, el Mojácar Playa, el Puntazo, el Punta del Cantal Hotel Suites o el Best Indalo. Más económica, las categorías de hoteles de dos y una estrellas incluyen alojamientos como el Virgen del Mar, el Mamabels, el Centro Vacacional Macenas, el Albirico o el Hostal el Puntazo.


Todo lo que Mojácar ofrece

Todo aquel que visite Mojácar quedará encantado con su excelente clima, su patrimonio y sus variadas posibilidades tanto gastronómicas como de alojamiento. Pero, además, Mojácar es también un paraíso para los amantes de la naturaleza, que cuentan con maravillosos parajes naturales, como el del Valle de las Pirámides, la Sierra Cabrera o Bédar.

La increíble oferta de playas es, sin duda, otro de los principales atractivos de Mojácar, que posee una línea costera, denominada Mojácar Playa, con 16 kilómetros de longitud. En ellos se puede escoger entre una variada oferta de playas, recónditas calas y solitarios acantilados.

Para los más marchosos, tanto en verano como en otras épocas vacacionales del año, las noches de Mojácar se animan, y mucho, en las discotecas al aire libre de la playa o en los pubs del núcleo urbano.

Los amantes de las compras hallarán un filón en la artesanía mojaquera. Los domingos por la mañana se celebra en la Avenida de Andalucía un encantador rastrillo donde se exponen y venden todo tipo de objetos realizados por los artesanos de la zona: productos de esparto, jarapas o cerámicas. Resulta casi imprescindible comprar un Indalo o “muñeco mojaquero”, el símbolo de esta zona, realizado en recuerdo de San Indalecio, precursor de la religión católica en el sudeste peninsular.

Calles de Mojácar, en Almería. Autor de la foto: Digigalos

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