Hervás, en Cáceres, es uno de esos destinos rurales que lo tiene todo
para disfrutar del mejor viaje: una fantástica naturaleza, un increíble
patrimonio monumental e histórico, una deliciosa gastronomía y unas bonitas
tradiciones que se pueden conocer a través de sus fiestas y que se hacen
palpables es los objetos artesanales que se pueden adquirir en esta bella zona.
|
Panorámica de Hervás. Foto: Patrick
|
Esta villa medieval cacereña se sitúa en el valle de Ambroz,
justo a los pies de la Sierra de Béjar, y pese a contar en la actualidad con
una población que supera los 4.000 habitantes ha sabido mantener el encanto de
antaño de pueblo serrano. Sin duda se trata de un destino perfecto para
desconectar y relajarse.
No hay que olvidar que Hervás es punto obligado de parada de
los peregrinos, en la Vía de Plata, en su camino a Santiago de Compostela.
El patrimonio de Hervás
Lo primero que llama la atención en Hervás es su preciosa
judería, excelentemente conservada y considerada una de las más importantes de
Europa. Su original entramado de calles empedradas resulta casi mágico,
perfecto para perderse entre sus rincones y donde descubrir sus casas
balconadas con grandes voladizos. Aunque la sinagoga ya desapareció hace muchos
años, sí que todavía se pueden visitar la casa de la Cofradía, que alberga un
lagar y una almazara, o el hospital de Beneficencia, que fue administrado por
judíos conversos. El barrio judío de Hervás fue declarado Conjunto Histórico
Artístico en el año 1969, y además pertenece a la Red de Juderías de España.