miércoles, 13 de febrero de 2013

Tres destinos románticos para celebrar un San Valentín muy especial



La Albufera de Valencia.
El mes de febrero viene señalado en el calendario por las flechas de Cupido, ya que el 14 es San Valentín, día de los enamorados. Es ésta una festividad que se celebra en todas las ciudades de España de una manera diferente, pero siempre muy especial.

En la ciudad de Valencia, los largos paseos por los jardines de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y las cenas románticas en los restaurantes de la plaza de la Reina o del Barrio del Carmen son atractivos muy sugerentes que se pueden completar con una estancia en un apartamento en Valencia.

En la conocida como “ciudad de la luz” también existe la posibilidad de alquilar una barca en la Albufera de Valencia. Se trata de una original propuesta que incluye el paseo en barca y una cena para dos bajo la luz de la luna. Disfrutar de un atardecer mientras se paladea la excelente cocina valenciana en buena compañía no tiene precio, y resulta muy romántico. 

San Valentín en los Pirineos 

Otro lugar muy diferente para celebrar San Valentín en España es la zona de los Pirineos. Tanto los Pirineos aragoneses, como los catalanes o el Pirineo de Andorra, tienen algo en común: un privilegiado entorno natural donde contemplar las fantásticas panorámicas de las montañas cubiertas de nieve y disfrutar de las mejores pistas de esquí. Para disfrutar de un San Valentín nevado, nada mejor que reservar un precioso apartamento en Pirineos, porque no existe nada más romántico que sorprender a tu pareja con una cena junto a la chimenea.

Además, en el Pirineo aragonés existe la posibilidad de poder esquiar bajo las estrellas, ya que la estación de Formigal dispone de una pista de esquí acondicionada para la práctica nocturna de este deporte. 

San Valentín en Granada 

Granada es un atractivo destino los 365 días del año, pero especialmente cuando llega San Valentín. La ciudad se inunda de parejas que desean visitar la Alhambra o disfrutar de las maravillosas que el Mirador de San Nicolás ofrece.

El casco antiguo de la villa es una zona totalmente mágica, y sus numerosos bares y restaurantes proporcionan un animado ambiente nocturno. Terminar la estancia en Granada con una buena cena es un magnífico plan de San Valentín. Posteriormente se puede visitar alguna de las múltiples y pequeñas tiendas y teterías de origen árabe que se encuentran en sus estrechas callejuelas y que desprenden un encanto singular. La variedad de tés y sus sugerentes aromas encandilan a todo aquel que los haya probado.

España ofrece muchos más románticos destinos para celebrar un San Valentín inolvidable, porque un buen viaje es siempre una excelente elección.

viernes, 8 de febrero de 2013

Viajes aristocráticos: Jerez de los Caballeros, una ilustre villa pacense con mucha historia

Una nueva colaboración de "Viajes para toda una vida" en el blog "Viajes Aristocráticos", dirigido por Candela Vizcaíno, Doctora en Comunicación por la Universidad de Sevilla.

Vista panorámica de Jerez de los Caballeros. Autor: Diana Castilla López
Con la primavera cada vez más cerca, las escapadas por la geografía nacional se hacen más apetecibles. Un destino ideal para esta época, y para el resto del año, es la localidad de Jerez de los Caballeros, un precioso municipio amurallado que se halla en la provincia de Badajoz (Extremadura).


Situado en la Sierra del Sur, muy cerca de la frontera con Portugal, sus estrechas y empinadas callejuelas de casas blancas se suceden en torno a dos colinas, y todos sus barrios surgieron en torno a alguna iglesia, ermita, palacio o cualquier otro edificio trascendente para Jerez a lo largo de su historia. 

Aunque de orígenes prehistóricos, Jerez de los Caballeros alcanzó su máximo esplendor con la llegada de la Orden del Temple, encargada de expulsar a los moros de la villa (siglo XIII), con la Orden de Santiago (siglo XIV) y durante el Renacimiento (siglo XVI), ya que se sabe que entre los años 1523 y 1526 el rey Carlos I otorgó a Jerez el título de “muy noble y muy leal ciudad”.

Por si tanta enjundia histórica no fuese suficiente, en Jerez de los Caballeros nacieron algunos de los conquistadores más notables, como Vasco Núñez de Balboa, Pedro Portocarrero, Pedro Maraver de Silva, Hernando de Soto, Juan García de Carvajal o Juan Rodríguez Espejo.
 
Puedes seguir leyendo este post en "Viajes Aristocráticos".

sábado, 2 de febrero de 2013

Londres: el Cambio de Guardia en Buckingham Palace



Cambio de Guardia en Buckingham Palace. Autor: Adrian Pingstone
El famoso Cambio de Guardia que tiene lugar en el palacio de Buckingham (Guard Mounting Buckingham Palace), es una más de las muchas tradiciones que la familia real inglesa mantiene en la actualidad y que el pueblo británico adora, además de ser todo un imán para los turistas que visitan la ciudad de Londres.  

Esta singular ceremonia consiste en el relevo que tiene lugar entre los guardias reales que finalizan su turno de vigilancia en el palacio de Buckingham y los que llegan para reemplazarlos.  

El origen del Cambio de Guardia

En el siglo XVI, y más exactamente durante el reinado de Enrique VII, se decidió que la Guardia Real fuese la responsable de velar por la seguridad de los monarcas ingleses en todas sus residencias.

En el año 1689 la familia real se instaló en el palacio de St. James, en Londres, por lo que la infantería real decidió trasladar a los jardines su cuartel. Posteriormente, en el siglo XIX, cuando la reina Victoria decidió hacer de Buckingham Palace su nueva residencia, la Guardia Real permaneció en St. James, pero comenzó a enviar al palacio, cada día, un destacamento. Los soldados eran reemplazados a la mañana siguiente por otro nuevo destacamento, surgiendo la costumbre del Cambio de Guardia.    

La Guardia de la Reina

Los soldados que cada día vigilan el palacio de Buckingham y que efectúan el Cambio de Guardia son la Guardia de la Reina. Este cuerpo especial está integrado por batallones de la División de Caballería y, en algunos casos, también de Infantería.

Cuando están de servicio pueden vestir con cualquiera de los uniformes del ejército británico, compuesto por la Guardia Escocesa, la Guardia Irlandesa, la Guardia Galesa, los Granaderos Reales y los Coldstream. Es precisamente el regimiento de la Guardia Coldstream los que han popularizado el Cambio de Guardia con sus tradicionales uniformes rojos y los peculiares gorros de piel de oso negro.

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