Medina de Marrakech. |
El exotismo de sus ciudades y sus gentes, su agradable clima,
su cercanía o la posibilidad de realizar buenas compras son algunos de los
muchos motivos para visitar Marruecos en cualquier momento del año. Y ahora hay
más facilidades, gracias a que se pueden encontrar un gran número de vuelos baratos a Marruecos.
El reino marroquí se halla en la costa norte de África, y
ofrece la posibilidad de disfrutar en un mismo día de la nieve de las montañas
del Atlas o de la arena dorada y las aguas cristalinas de sus increíbles y
gigantescas playas, tanto las que baña el mar Mediterráneo como las que se
encuentran frente el Atlántico. Entre las primeras, destacar las playas de
Tánger, como la de Achakar, o las de Acila (Asilah), con playas como la de Kahf
El Hemam, a sólo tres kilómetros de la ciudad. Si se prefieren las aguas del
Océano Atlántico, las playas de Agadir o Casablanca son sin duda las mejores.
Pero Marruecos es mucho más que sol y playa. Sus mágicas
ciudades envuelven al viajero seduciéndolo con sus colores, olores y sabores.
Imprescindible es recorrer las calles y lugares de interés de las míticas e
inolvidables ciudades imperiales como Marrakech, Fes o Meknes; las fortificadas
como Asilah, El Jadida, Azemmour, Safi o Essaouira o las ciudades de las mil
Kasbahs, como Ouarzazate, Errachidia, Erfoud, Tineghir o Zagora, para
finalmente disfrutar de otras urbes más modernas y cosmopolitas, como
Casablanca, Tánger o la capital del reino, Rabat.
Conviene saber que aunque el idioma oficial de Marruecos es
el árabe, se habla habitualmente el francés y también se utiliza bastante el
castellano. La moneda es el dirham, y un euro equivale a unos 12 dirham,
aproximadamente. La religión mayoritaria es el musulmán, y se deben guardar
ciertas reglas básicas de respeto para no ofender a la población.
Vista panorámica de Casablanca. Autor: Ferdinand Reus |