Enclavado en pleno Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, en Jaén, se halla la población de Cazorla, destino ideal para el turismo de naturaleza y arte.
Casco antiguo de Cazorla. Foto: Pepepitos |
Cazorla cuenta con una animada vida social, cultural y artística, que se complementa con todo tipo de actividades para disfrutar de la naturaleza.
Su clima, pese a ser una población de montaña, es de tipo mediterráneo continental, por lo que ni las temperaturas son tan bajas, ni nieva tanto como cabría esperar.
Cazorla, naturaleza e historia
En Cazorla, basta con levantar la mirada para disfrutar, no solo de su espectacular entorno natural, sino también con su increíble patrimonio histórico-monumental.
Son muchos los tesoros culturales de esta tierra, como el Castillo de Yedra (siglo XI), que se halla en el cerro de Salvatierra y que aloja el Museo de Artes y Costumbres Populares del Alto Guadalquivir.
Iglesia de Santa María, en Carzorla. Foto: Quinok |
Otros monumentos que descubrir en Cazorla son las ruinas de la iglesia de Santa María, del siglo XVI; el castillo de las Cinco Esquinas, que como su nombre indica posee una planta pentagonal; la Iglesia de Nuestra Señora de la Virgen del Carmen, con su original torre octogonal; el Convento de San Juan de la Penitenciaría, del siglo XVI; la iglesia de San Francisco, del siglo XVII; el monasterio de Montesino; el palacio de la Vicaría, del siglo XVII o su rosario de ermitas, formado por las de la Virgen de la Cabeza, de San Isicio, de San Sebastián y de San Miguel Arcángel.
Ir de tapas por Cazorla
Por su situación e historia, la cocina tradicional de Cazorla aúna la influencia de dos comunidades, la andaluza y la castellano-manchega. Es principalmente una gastronomía muy serrana, donde destacan platos como la gachamiga, los torreznos, los tallarines, la ajoharina, el rin-ran o el pipirrana.